miércoles, 29 de julio de 2009

Mérope Accory

Mi nombre es Liesl Acroyd, pero a partir de ahora seré Mérope Accory, si es que me encuentro con alguien en este desierto helado.
Cada vez me asemejo más a una salvaje, tengo el pelo revuelto y encrespado, mis rizos son incontrolables, mi olor corporal, mas o menos se puede solucionar en un río que hay cerca, pero hecho de menos el jabón...
Me ahorro los peores detalles, pero no todo es malo; llevo dos meses aprendiendo a controlar mis poderes, y he de decir que he avanzado mucho; puedo lanzar espirales de fuego controladas, y puedo originar llamas en donde me plazca casi sin concentrarme, también he descubierto que si cierro los ojos puedo detectar presencias: cada cosa tiene un aura; los árboles, naturalmente un área verde, que rodea todo su contorno, los ríos un aura blanca que no para de fluir, y los animales de color rosado. No sé si será el mismo color para los humanos, pero lo supongo. Este poder me hace sentir segura, porque así puedo estar preparada antes de cualquiera me intente sorprender.
Me siento tremendamente sola... No sé si voy a poder resistir mucho más sin hablar con alguien... empiezo a discutir con las ardillas...
Pero debo resistir, se debe olvidar todo este asunto, y no me vendría mal un cambio de look, pero aun debo seguir aprendiendo de mis poderes.
A veces no puedo evitar ponerme tremendamente triste, el pobre Fredd, de estaba muriendo y no me daba cuenta...
Pero prefiero pensar que no tuve toda la culpa, yo no sabía de mis poderes...
De todas formas, por se acaso, me he prometido no volver amar a nadie, mi corazón está rodeado por alambre de espinos, es infranqueable.